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El comité de la Agencia Europea del Medicamento señaló que “no hay pruebas suficientes” que concluyan una relación precisa entre las vacunas contra la COVID y el síndrome inflamatorio multisistémico.

El Comité de Seguridad (PRAC, por sus siglas en inglés) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha llegado a la conclusión de que actualmente “no hay pruebas suficientes” sobre una posible relación entre las vacunas contra la COVID-19 y los casos muy raros de síndrome inflamatorio multisistémico (SMI).

El SMI es una enfermedad inflamatoria grave y poco frecuente que afecta a muchas partes del cuerpo y cuyos síntomas pueden incluir cansancio, fiebre grave y persistente, diarrea, vómitos, dolor de estómago, dolor de cabeza, dolor en el pecho y dificultad para respirar.

Pese a no hallar por el momento ninguna relación, el PRAC ha animado a todos los profesionales sanitarios a notificar cualquier caso de SMI que pueda haber ocurrido tras la vacunación y otros acontecimientos adversos en personas que reciben estas vacunas.

“La EMA continuará vigilando de cerca cualquier nuevo informe de la condición y tomará las medidas apropiadas si es necesario”, señala el organismo regulador europeo en un comunicado.