AGENCIAS.

Siendo dado de alta ahora. Gracias a todos», tuiteó Bolsonaro junto a una foto suya y de sus médicos mostrando un pulgar hacia arriba.

Según informó en su último boletín el Hospital Vila Nova Star, de la ciudad de Sao Paulo (sureste de Brasil), Bolsonaro «evolucionó con buena aceptación de la dieta líquida que se le ofreció durante el día, lo que motivó la retirada de la sonda nasogástrica».

El hospital agregó que «el cuadro de suboclusión intestinal» del mandatario «se revirtió» y descartó someterlo a una nueva cirugía.

Bolsonaro, de 66 años, que recibió una puñalada en el abdomen durante la campaña presidencial de 2018, ingresó en el hospital la madrugada del lunes tras presentar un malestar abdominal durante sus vacaciones en Santa Catarina (sur).

Tras ser hospitalizado, publicó una foto en la que aparecía con una sonda en la nariz y dijo que le estaban realizando exámenes «para una posible cirugía».

Bolsonaro, en el poder desde 2019, ya fue ingresado a mediados de julio para ser tratado por una obstrucción intestinal. En esa ocasión, permaneció cuatro días en el hospital y tampoco precisó ser operado.

Debido a la puñalada que recibió en 2018, el gobernante ultraderechista pasó por al menos cuatro cirugías, entre ellas la colocación y posterior retirada de una bolsa de colostomía, que lo volvieron más proclive a sufrir trastornos intestinales.

El presidente estaba de vacaciones desde el 27 de diciembre en el estado de Santa Catarina, en el sur de Brasil, donde se lo vio disfrutando de paseos en la playa, montando una moto de agua y en un parque de diversiones junto a su familia.