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Mario Terán murió a los 80 años, arrastraba algunos problemas de salud que probablemente por la edad se habían ido agravando hasta su deceso

El militar boliviano Mario Terán, conocido por ejecutar al guerrillero argentino-cubano Ernesto «Che» Guevara, falleció en la madrugada de este jueves en un hospital en la región oriental de Santa Cruz a los 80 años.

El militar retirado Gary Prado Salmón, quien capturó al «Che» en Bolivia, confirmó a Efe que Terán falleció la madrugada de este jueves tras estar internado por varios días en el hospital de la Corporación del Seguro Social Militar (Cossmil) en Santa Cruz.

«Me avisaron que estaba internado y que en la noche lo habían desahuciado prácticamente de cualquier posibilidad de recuperación y a las 07.00 hora local (11.00 GMT) me avisaron que murió», contó a Efe Prado Salmón.

Agregó que Terán arrastraba algunos problemas de salud que probablemente por la edad se habían ido agravando hasta su deceso.

En tanto, la familia y las personas allegadas a Terán preparan el velorio del militar retirado que comenzará en las próximas horas en el Salón de las Misiones en Santa Cruz.

Prado Salmón recordó que Terán fue su estudiante en la escuela de Sargentos en 1961 y que lo apreció mucho, incluso le recomendó que tuviera un «perfil bajo» ante el constante acoso que tuvo por ser el ejecutor del «Che».

«Ha sufrido bastante con ese acoso, pero ha sabido salir de frente y tranquilo», comentó.

Además, señaló que la ejecución de Guevara fue una «disposición que fue tomada en razón del interés nacional» y que Terán simplemente cumplió con la orden «sin despedidas, sin discursos», como se cree, y que fue «rápido».

También destacó que el entonces presidente de Bolivia, René Barrientos asumió su responsabilidad por la ejecución del «Che».

El Ejército boliviano derrotó a la guerrilla del «Che», lo capturó y el 9 de octubre de 1967 ordenó su ejecución en la localidad cruceña de La Higuera, en el sureste del país.

Los restos del revolucionario fueron trasladados hasta el municipio cruceño de Vallegrande, donde estuvieron enterrados durante 30 años, antes de ser repatriados a Cuba en 1997