Sumergido en el escándalo por una fiesta en la que violaron restricciones ante Covid impuestas por él mismo, Boris Johnson, primer ministro británico, decidió poner fin a varias de ellas.

AGENCIAS.

LONDRES, Reino Unido.- Boris Johnson, primer ministro británico, decidió ponerle fin a las restricciones ante Covid-19 luego de estar sumergido en un escándalo por asistir a una fiesta en la que se violaron varias de las medidas impuestas por el propio gobierno.

Entre las medidas que se levantarán a partir del próximo miércoles 26 de enero destaca que dejará de ser obligatorio el uso de mascarillas en los lugares públicos y en las escuelas de Inglaterra, y que se eliminarán los pases de Covid-19 para poder asistir a eventos multitudinarios. Asimismo se dejará de recomendar el trabajo desde casa (Home Office).

Confiaremos en el juicio del pueblo británico y ya no penalizaremos a nadie que decida no usar una”, expresó Johnson.

Como argumento y en medio de la polémica por el llamado «partygate», Johnson argumentó que la decisión se basa en «que las infecciones se han estabilizado en amplias zonas del país». Además comentó a los legisladores que las restricciones se estaban relajando porque los científicos del gobierno creían probable que el aumento de infecciones provocadas por la altamente contagiosa variante ómicron “ha tocado techo a nivel nacional”.

Aunque los hospitales en el norte de Inglaterra todavía están muy presionados debido a la gran cantidad de pacientes, Johnson dijo que las admisiones hospitalarias y los pacientes en unidades de cuidados intensivos en otras partes de Inglaterra se estaban «estabilizando o disminuyendo».

La escandalosa fiesta de Boris Johnson pese a Covid
Pese a las explicaciones que el primer ministro dio acerca del levantamiento de las medidas sanitarias ante Covid-19 es señalado por la escandalosa fiesta en la que se ignoraron varias de las restricciones impuestas por su propio gobierno y esto podría costarle su cargo.

Johnson rechazó el miércoles los llamados a que renuncie en un fogoso discurso en el Parlamento, que sin embargo no bastaría para impedir que los legisladores de su propio Partido Conservador traten de derrocarlo debido a una serie de fiestas en el gobierno que violaron las normas de la cuarentena.

Boris Johnson asistió a una fiesta con bebidas alcohólicas en el jardín de la residencia oficial de Downing Street en mayo de 2020, cuando estaban prohibidas las reuniones fuera de las casas para contener la trasmisión del COVID-19.

“Nosotros cumplimos mientras que ellos andaban confundidos”, dijo acerca de los políticos opositores. Estos a su vez le dijeron que muchos británicos lo consideran un charlatán, un hipócrita, un mentiroso y “estúpido”.

Los conservadores estudian la posibilidad de pedir un voto de retiro de confianza a Johnson en medio de la furia general provocada por el “fiestagate”. Es un impresionante cambio de suerte para el político que hace apenas dos años llevó a los conservadores a su mayor victoria electoral en cuatro décadas.

Por esta polémica la prensa británica reaccionó con fuertes mensajes contra el primer ministro británico, entre las que destacó la portada del diario The Independent, en la que se ve a Boris Johnson con una de sus manos en la cabeza y mirando hacia abajo mientras se lee la frase «Nadie me advirtió que las fiestas van contra las reglas, dijo el hombre que pone las reglas».